Greco Jiménez Martínez
Gracias por haberme querido incondicionalmente, por haberme cuidado y protegido, por recibirme siempre con alegría y principalmente por nunca dejarme sola, fuiste y serás mi compañero incondicional; te amamos y siempre te llevaremos en el corazón. Gracias por tanto y perdón por tan poco, espéranos del otro lado bebo.