Rindo homenaje al mejor perrito, Rocky, mi Jack Russell de 11 años y celebro mi amistad con él como un regalo maravilloso al haber sido su guardián por 6 años y medio (lo adoptamos, pues se perdió de sus dueños anteriores).
Gracias por tanto Rocky y hasta siempre mi perrito babas, ojos delineados, corazón mal dibujado en el costado, orejas de murciélago, raya mal hecha en la cabeza, mi patitas cortas. Te extraño y te llevo en mi corazón!