Mi gato no quiere comer!
Si tu gato es exigente y tienes que alimentarlo con alguna dieta especial, entonces te habrás encontrado con lo mucho que a tu gato le disgustan los cambios.
Muchos de nosotros nos estresamos mucho cuando nuestro gato no quiere comer. Ya sea porque tu gato no se siente bien o porque necesita un cambio de dieta. Muchos gatos que desarrollan problemas de riñón, diabetes o alergias a algún alimento también necesita un cambio en su alimentación.
Si tu gato no se siente bien, llévalo con tu veterinario de confianza para que te aconseje o que inicie un tratamiento en caso de ser necesario. Muchos de los gatos que no se sienten bien desarrollan alguna aversión a la comida y se hace más difícil tentarlos a comer aún con alguna comida preparada en casa especialmente para gatos. Este artículo no es un sustituto a la consulta veterinaria ni a ningún tratamiento veterinario si tu gato se siente mal. Si tu veterinario ya ha hecho todo lo que esta en sus manos y ahora tienes un minino en recuperación que no tiene lo que se puede llamar un voraz apetito, entonces tal vez te podamos darte algunas ideas para que lograr que tu gato pueda comer normalmente de nuevo.
¿Por qué no come mi gato?
Lo primero es llevar a tu gato al veterinario para que descarte algún problema médico para la falta de apetito de tu gato (dolor bucal, náuseas, algún virus, problemas intestinales, etc). Los gatos son criaturas de hábitos y desde un punto de vista evolutivo, no han tenido la necesidad de experimentar ni de aventurarse a probar comidas diferentes, caso contrario a nuestros amigos los perros. Para los gatos, la variedad no es de gran importancia. Ellos estarían felices comiendo ratones todos los días, no necesitan variar.
Algunos puntos a considerar cuando le cambias el alimento a tu gato:
Los gatos que tiene la naríz bloqueada frecuentemente se rehusarán a comer porque no pueden oler su comida. Calentar un poco la comida (a temperatura corporal) puede hacer que la comida huela mejor.
Los gatos desarrollan sus preferencias alimenticias aproximadamente a las 7 semanas de edad, después su madre les enseña lo que es comida y lo que es seguro comer. Es por esto que cambiar el alimento a un gato adulto es tan problemático.
También desarrollan una preferencia por la consistencia y textura, así que si haces que el nuevo alimento se parezca en apariencia al anterior te puede ayudar con la transición.
Signos de las náuseas.
Un gato que siente náuseas se lame los labios frecuentemente, salivan mucho o se acercarán a oler la comida y luego se alejarán. Tu veterinario de confianza te puede ayudar con algún medicamento para eliminar las náuseas, también existen estimulantes del apetito que te pueden ayudar con la recuperación de tu gato. Si un gato ha desarrollado una aversión por su comida, probar con diferentes tipos de alimento te puede ayudar. Regularmente toma de 2 a 4 semanas para que tu gato sea capaz de tolerar de nuevo la comida. Consulta a tu veterinario por los diferentes tipos de comida que puedes probar, o que comidas preparadas en casa puedes ofrecer a tu gato.
Realiza el cambio gradualmente.
A menos que tu veterinario de confianza te aconseje lo contrario, el cambio de alimento debe ser gradual a lo largo de 7 días. Tu mascota tiene enzimas y bacterias que se han adaptado a digerir su alimento acostumbrado, así que un cambio repentino puede causarle diarrea y vómitos. Durante los 3 primeros días, combina 25% de alimento nuevo y 75% del alimento anterior, los 2 días siguientes combina 50% del alimento nuevo y 50% del alimento anterior. Finalmente los últimos 2 días combina 75% del alimento nuevo y 25% del alimento anterior, y después de esto ya puedes darle únicamente al alimento nuevo.
Utiliza olores.
Los gatos tienen un sentido del olfato muy agudo. Frecuentemente se rehúsan a comer un alimento nuevo, lo que puedes hacer es calentar la comida a temperatura corporal, esto hace que la comida parezca mas apetitosa ya que por instinto les gusta comer presas recién matadas y tibias. Intenta calentar la comida en el microondas solo un poco (a temperatura corporal aproximadamente).
Cambiando de alimento seco a húmedo.
Si tienes un gato con problemas de orina o diabetes, la comida de mayor proteína o húmeda puede que sea la mejor para sus necesidades. A muchos gatos les gustan las croquetas secas, así que hacer la transición a un alimento húmedo puede causar una “huelga de hambre”. Sigue las indicaciones en el párrafo anterior para realizar una transición de alimento adecuada.
Alentando a tu gato a comer carne cruda o huesos.
Si tu veterinario de confianza te ha aconsejado alimentar a tu gato con carne cruda o huesos para mejorar su salud dental, existen algunos trucos que lo pueden alentar a probar algo nuevo. Regularmente los gatos son reacios a comer carne fría sacada del refrigerador, así que permite que la carne alcance la temperatura ambiente primero. También puedes sellar la carne en un sartén caliente solo por unos segundos para que el centro continúe crudo.
Otro truco del que puedes hacer uso es cortar la carne en trozos pequeños y agregarle algunas croquetas trituradas o mezclarla con alimento húmedo. Tu meta es que se parezca en apariencia a su alimento anterior.
Trucos adicionales que puedes usar con tu gato exigente.
Acariciarlos cerca de su tazón con alimento, unas caricias largas de la cabeza a la cola puede en algunos casos estimular el apetito.
Juega un rato con tu gato, justo después preséntale un plato con una rica comida, el ejercicio también puede estimular su apetito.
En ocasiones, el poner algo de comida en tu dedo y dejar que tu gato la coma de allí puede alentarlo a seguir comiendo.
Recuerda que si tu gato presenta algún problema con la alimentación lo mejor es siempre llevarlo con tu veterinario de confianza para que le haga una revisión y te pueda aconsejar sobre como tratar esta situación.