A esa perrita que llenó de alegría esta casa. Quien nos enseñó más de lo que pudieramos imaginar, como que el amor puede venir en todos los tamaños y presentaciones.
Sabemos que estarás en otro lugar mejor, echada al sol como solías hacerlo antes, o cabizbaja cuando sea un día nublado, pero siempre animada y esperando que ese pequeño rayo de sol toque tu pelaje (aunque estés cabeceando de sueño).
Siempre te recordaremos y extrañaremos.
Gracias por tanto.
Con amor, tu familia.