Chikita Estrada
Tan triste fue ese momento, aún lo estoy, pero estoy en paz por que sé que estas en un mejor lugar. Sé que tan pronto como diste tu último aliento, Dios se llevó tu alma bella e inocente al cielo. Sé que ya te ganaste tus pequeñas alas peludas, que te las mereces con todas las de la ley, estoy orgullosa de ser capaz de amar a un ángel tan sorprendente como tú.
Estoy aquí en la Tierra y no sé cómo te las estás pasando en el cielo, pero confío que realmente lo estés disfrutando. Espero que corras por hermosos prados y cielos perfectamente azules.
Espero que hayas conocido a nuestros familiares y que te den un sinfín de delicias, que acaricien tu barriga, ya que yo, desafortunadamente, no puedo.